Tu invitación a La Vida

Jesús dijo: “… Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10:10, NVI). ¿Has descubierto el gozo y la paz de aceptar la invitación de Jesús a la vida? Quizás has creído en la existencia de Dios y de Su Hijo y has tratado de vivir una vida buena, pero nunca lo has invitado conscientemente a ser tu Salvador y Señor. No importa quién seas o lo que hayas hecho, en este mismo momento, puedes también tomar tu decisión de vida. Ahora mismo Jesús está tocando a la puerta de tu corazón. Él te ofrece la misma vida maravillosa que millones de personas a través de los siglos han recibido y que resultan en vidas cambiadas. Él ya ha pagado el precio por tu pecado. Él te está pidiendo, en lo íntimo de tu corazón, que confíes en Él. Aquí hay cuatro puntos espirituales que te ayudarán a descubrir cómo conocer a Dios personalmente y experimentar la vida plena que Él promete.

  1. Dios te ama y quiere tener una relación personal contigo.

El amor de Dios: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16, NVI). “Ahora bien, esta es la vida eterna, para que ellos Te conozcan, el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien has enviado” (Juan 17:3). Dios quiere que lo conozcas a Él. ¿Por qué la mayoría de las personas no tienen una relación personal con Dios? Porque:

  1. Nuestro pecado nos separa de Dios para que no podamos tener una relación personal con Él y experimentar Su amor.

Todos hemos pecado. “Por cuanto todos pecaron, y no alcanzaron la gloria de Dios” (Rom. 3:23 LBLA). Todos fuimos creados para tener una relación personal con Dios, pero como todos elegimos seguir nuestro propio camino independiente, nuestra relación con Dios se rompió. El hecho de que somos egoístas y egocéntricos es obviamente debido a que nos rebelamos contra Dios o realmente Él no nos importó. Esto es la evidencia de lo que la Biblia llama “pecado”. Estamos separados de Dios. “La paga del pecado es muerte …” [separación espiritual de Dios] (Rom. 6:23). Dios es santo (puro y sin pecado) y nosotros somos pecadores. Una gran brecha nos separa de Dios porque Él no puede tolerar el pecado. Las personas a menudo intentan encontrar una vida plena y significativa a través de su esfuerzo propio. Intentan vivir una buena vida o ser religiosos. Pero la Biblia claramente enseña que hay un sólo camino para cerrar esta brecha.

  1. Jesucristo es la única cura de Dios para nuestro pecado. A través de Él puedes conocer a Dios personalmente y experimentar Su amor.

Jesús murió en nuestro lugar. “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:8 LBLA). Jesús se levantó de entre los muertos. “…Cristo murió por nuestros pecados… Él fue enterrado… Resucitó al tercer día según las Escrituras. . . Se le apareció a Cefas [Pedro], luego a los doce. Después de eso, apareció ante más de quinientos. . . ” (1 Cor. 15:3-6, NTV). Jesús es el único camino a Dios. Jesús le dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6, LBLA). Dios ha hecho el trabajo para cerrar la brecha que nos separa de Él. Él envió a Su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz en nuestro lugar para pagar el precio por nuestro pecado. Pero no es suficiente conocer estas verdades. Debemos dar el siguiente paso. . . y “cruzar el puente”.

  1. Debemos recibir individualmente a Jesucristo como Salvador y Señor; entonces podemos conocer a Dios personalmente y experimentar Su amor.

Debemos recibir a Cristo. “Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre” (Juan 1:12, LBLA). Recibimos a Cristo por invitación personal. Por lo tanto, recibir a Cristo implica volverse a Dios desde uno mismo (arrepentimiento) y confiar en Cristo para que venga a nuestras vidas a perdonar nuestros pecados para que podamos comenzar nuestra relación personal con Él. El solo saber en tu mente que Jesucristo es el Hijo de Dios y que Él murió en la cruz por nuestros pecados no es suficiente. Recibimos a Jesucristo por fe, como un acto de la voluntad. ¿Te gustaría aceptar la invitación de Jesús a la vida? Puedes recibir a Jesucristo ahora mismo por fe a través de una oración. Dios conoce tu corazón y no está tan preocupado por tus palabras sino por la actitud de tu corazón. Millones de personas alrededor del mundo ya han encontrado una nueva vida en Cristo. Aquí hay una oración sugerida que puede ayudarte a expresar tu confianza en Jesús también:


QUERIDO SEÑOR JESÚS, QUIERO CONOCERTE PERSONALMENTE. GRACIAS POR MORIR EN LA CRUZ POR MIS PECADOS Y POR LEVANTARME DE LA MUERTE. ABRO LA PUERTA DE MI VIDA Y TE RECIBO COMO MI SALVADOR Y MI SEÑOR. CONFÍO EN TI AHORA PARA QUE PERDONES MIS PECADOS Y ME DES VIDA ETERNA. POR FAVOR HAZME EL TIPO DE PERSONA QUE QUIERES QUE YO SEA.